Fermentación VII. Trasvase a recipiente secundario

¿Es necesario trasvasar la cerveza a un recipiente secundario?
La mayoría de los homebrewers que comenzamos a elaborar cerveza en casa hace 10 años, transferíamos la cerveza del fermentador principal a un recipiente secundario con el objetivo de tener una mejor cerveza.  En los últimos años, un creciente número de cerveceros caseros han comenzado a abandonar esta parte del proceso y simplemente envasan directamente de su fermentador principal cuando ya está terminada.
Porque trasvasábamos a un recipiente secundario
Suele llamarse fermentación secundaria, pero en realidad, no ocurre ninguna fermentación, porque en la primaria se consumen los azúcares fermentables.
Conforme se produce la fermentación en el fondo de la cuba se depositan levaduras muertas, restos de lúpulo, proteínas y productos de la fermentación. El método más sencillo y menos costoso para eliminar estos sedimentos es trasvasar a un recipiente secundario.
El trasvase es beneficioso para que la cerveza tenga menos sabor a levadura y quede más clara al limpiarla de levadura, también eliminamos el riesgo de autolisis de la levadura.
Autolisis de la levadura. Significa que la levadura se destruye a sí misma. Cuando hablamos de una levadura autolítica nos referimos a una levadura muerta y descompuesta, que al mezclarse con nuestra cerveza va a arruinarle el matiz aromático y el sabor. El sabor obtenido será algo parecido a vómito o descomposición.
Porque ya no trasvasamos a un recipiente secundario.
Una cerveza puede estar fermentada en tan solo 5 días. La levadura genera muchos subproductos aromáticos que no son deseables como por ejemplo el acetaldehído, diacetilo, etc. Para eliminarlos lo que hacemos es alargar el tiempo de contacto entre la levadura y la cerveza verde para que elimine algunos de esos subproductos, mejorando el sabor de la cerveza.
Muy Importante, cuando la fermentación ha terminado las levaduras no se mueren. Las levaduras se preparan para la siguiente etapa de hambruna al terminarse los azucares fermentables, para ello convierten los últimos nutrientes en glucógeno con objeto de almacenar energía y floculan al fondo del fermentador, pero no están muertas, sino inactivas y pueden sobrevivir así una larga temporada. Yo suelo elaborar unos 100 litros de cerveza y a veces me cuesta un poquito bebérmelos, todavía me estoy bebiendo el último corny que elabore hace 3 meses sin realizar ningún tipo de trasvase a secundario y garantizo que sigue igual de buena que al principio.

Muy importante, cualquier exposición al oxígeno después de la fermentación dará lugar a que la cerveza se oxide y adquiera malos sabores. Cerveza de la derecha oxidada.
Trasvase a un recipiente secundario con altísimo riesgo de oxidación.
Mostramos 3 ejemplos de altísimo riesgo de que la cerveza se oxide durante el transvase.
Trasvase a un corny secundario con menos riesgo de oxidación
Pocas veces lo he realizado, lleva tiempo y siempre hay peligro de que se oxide la cerveza.
-Eliminamos el Oxigeno de corny secundario llenándolo de CO2. Yo lo lleno de CO2 a una presión inferior a la presión que tengo en el fermentador.
– Realizamos el montaje de la segunda figura. Elimino el oxigeno de la manguera que une los cornys.
-Empujo la cerveza con CO2 a la misma presión que tengo en el fermentador.
-Calibro el manómetro para se escape el CO2 del corny secundario lentamente.
-Enseguida vemos que la cerveza fluye por la manguera.
-Este trasvase suele constarme entre 15 y 20 minutos.
Trasvase a un corny secundario con menos riesgo de oxidación
La fermentación se ha realizado en un fermentador de plástico por lo que puedes observar su evolución y para carbonatarla la trasvasa a un corny.
https://brulosophy.com/2017/09/11/the-impact-of-cold-side-oxidation-on-new-england-ipa-exbeeriment-results/ En el experimento quería evaluar las diferencias entre una NEIPA transferida a un barril llenado con CO2 y la misma cerveza transferida a un barril no Llenado con CO2 (contiene oxigeno).

Cerveza de la izquierda, obtenida del barril llenado con CO2. La cerveza de la derecha presenta signos de oxidación.

Un total de 22 personas participaron en el experimento, se realizo la prueba de triangulo sirviendo 2 cerveza oxidadas y 1 no oxidada.
Al final, 14 personas identificaron correctamente la cerveza extraña, lo que sugiere que los participantes pudieron distinguir de manera confiable una NEIPA tratada para reducir la oxidación del lado frío de la misma cerveza tratada con menos preocupación por la oxidación.
Mis impresiones:   realicé 10 triángulos semi ciegos de los cuales pude identificar la cerveza extraña 8 veces; Culpo a mis hijos por mis 2 intentos incorrectos, quienes tenían Chunky de Bruno Mars sonando ruidosamente de fondo. Para mí, la cerveza sin oxígeno olía como un vaso de jugo de frutas tropicales, lo que también se notaba en el sabor. Estaba crujiente pero suave y mantenía un carácter muy fresco incluso después de un mes en el barril. La cerveza con oxígeno estándar no era mala, pero en comparación con la cerveza con oxígeno reducido, fracasó, al igual que muchas de las versiones comerciales y caseras de NEIPA que probé y que adquirieron esa apariencia más oscura.

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